miércoles, 4 de febrero de 2015

NO ES MI PROBLEMA. EL RATÓN Y LA RATONERA




 Un ratón  que vivía en una granja, vio cómo los dueños
recibían un paquete. 

 Rápidamente pensó: ¿Qué tipo de comida podrá haber allí?




Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera. Fue al patio de la casa a advertir a todos:


Primero advirtió al pollo y éste le dijo: "Entiendo que sea un gran problema para usted, pero a mí no me perjudica en nada, ni me molesta!

El ratón se llegó hasta el cordero y le dijo:
-¡Hay una ratonera en la casa!
-¡Discúlpeme, Sr. Ratón, pero no veo nada que pueda hacer, a no ser orar. ¡Quédese tranquilo, usted está en mis oraciones! - le contestó el cordero.

 El ratón se fue hasta donde estaba la vaca, y ella le dijo:
-¿Qué me dice, Sr. Ratón, una ratonera? ¿Estoy en peligro por casualidad? Creo que no...



 Entonces el ratón se volvió a la casa, cabizbajo y abatido, para encarar solo la ratonera.




 Aquella misma noche se escuchó un ruido. La mujer corrió a ver qué había en la ratonera. Pero, en la oscuridad, no vio que la trampa había agarrado la cola de una víbora venenosa. La víbora la mordió.





El hombre la llevó corriendo al hospital. La mujer volvió con fiebre. El medico tras inyectarle el contraveneno,  le dijo  que la tuviese 24 horas a base de caldito de pollo.


El hombre entonces tomó un cuchillo y fue a buscar el pollo.


Como la enfermedad de la mujer continuaba, amigos y vecinos vinieron a verla.
 
Para alimentarlos, hubo que matar al cordero. 



 La mujer no resistió, acabó falleciendo. Muchas personas vinieron al funeral.
El pobre hombre, muy triste y agradecido por la solidaridad, resolvió matar a la vaca para darle de comer a todos.

  Moraleja:


La próxima vez  que alguien cercano a ti te comente un problema, recuerda que cuando hay una ratonera  en la granja... ¡toda la granja corre peligro!

¿Os disteis cuenta quién se salvó?


PARÁBOLA DEL TIEMPO


LAS PIEDRAS DE LA VIDA

Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia. 

Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa

 junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:
¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?

Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó:
¿Está lleno?.

Todo el mundo lo miró y asintió.
Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes.
El experto sonrió con ironía y repitió:
  ¿Está lleno?

Esta vez los oyentes dudaron. Tal vez no.
¡Bien! Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava.
¿Está lleno?- preguntó de nuevo. ¡No!,- exclamaron los asistentes.

- Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco.

  Bueno, ¿qué hemos demostrado?-preguntó. Un alumno respondió:
- Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas.   

- ¡No!-concluyó el experto:
- Lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después.  


¿CUALES SON LAS GRANDES PIEDRAS EN TU VIDA?
¡TUS PADRES, TUS AMIGOS, TUS SUEÑOS, TU SALUD, LA PERSONA AMADA!.


RECUERDA, PONLAS PRIMERO. 

  ...El resto encontrará su lugar...

FÁBULA DEL ALACRÁN


Un maestro oriental vio cómo un alacrán se estaba ahogando.
Decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.
Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua.  


De nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y
otra vez el alacrán lo picó.




Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
"Perdone, ¡usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente
sacarlo del agua lo picará?".


El maestro respondió:
"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía
que es la de ayudar". Y entonces, ayudándose de un palito, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.


No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.

FÁBULA DE LOS DOS LOBOS



El jefe de una tribu Cheerokee le habla a su nieto acerca de la vida.
Le dice:
Una gran batalla está ocurriendo dentro de mí, es una lucha terrible.
Es una lucha entre dos lobos.
Uno de los lobos es el mal: él es el temor, la ira, la envidia, la codicia, la arrogancia, el resentimiento, la mentira, la soberbia, la culpa.
El otro es el bien: él es la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la humildad, la generosidad, la verdad, la compasión, la dulzura y la fe.
Esta misma pelea ocurre dentro de ti y dentro de cada uno de nosotros.
El niño se queda pensando en lo que le ha dicho su abuelo.
Pasado un tiempo le pregunta:
¿Qué lobo ganará?
El anciano mira a su nieto fijamente y contesta:


AQUÉL AL QUE ALIMENTAS...

FÁBULA: CLAVOS QUE DEJAN HUELLAS



Esta es la historia de un muchachito que tenia muy mal caracter. Su padre le dio una bolsa de clavos

 Le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, deberia clavar un clavo detrás de la puerta.


 El primer dia, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. 



Las semanas que siguieron, a medida que él aprendia a controlar su genio,clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.



Un día descubrió que era mas facil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta. Llegó el dia en que pudo controlar su carácter durante todo el dia.
 Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada dia que lograra controlar su carácter.


 Los dias pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta...



Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mio, pero mira todos esos hoyos en la puerta.. Nunca más sera la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aqui ves.


  

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo cómo se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. 
Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa fisica"